El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como se desprende ya del aumento observado del promedio mundial de temperatura del aire y del océano, de la fusión generalizada de nieves y hielos, y del aumento del promedio mundial del nivel del mar

Para el IPCC, el término “cambio climático” denota un cambio en el estado del clima identifi cable (por ejemplo, mediante análisis estadísticos) a raíz de un cambio en el valor medio y/o en la variabilidad de sus propiedades, y que persiste durante un período prolongado, generalmente cifrado en decenios o en períodos más largos. Denota todo cambio del clima a lo largo del tiempo, tanto si es debido a la variabilidad natural como si es consecuencia de la actividad humana.

La mayor parte del aumento observado del promedio mundial de temperatura desde mediados del siglo XX se debe muy probablemente al aumento observado de las concentraciones de GEI antropógenos.

Este significado difiere del utilizado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC), que describe el cambio climático como un cambio del clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial y que viene a sumarse a la variabilidad climática natural observada en períodos de tiempo comparables.



El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite la vida en la Tierra. Es causado por una serie de gases que se encuentran en la atmósfera, provocando que parte del calor del sol que nuestro planeta refleja quede atrapado manteniendo la temperatura media global en +15º centígrados, favorable a la vida, en lugar de -18 º centígrados, que resultarían nocivos.

Así, durante muchos millones de años, el efecto invernadero natural mantuvo el clima de la Tierra a una temperatura media relativamente estable y permitía que se desarrollase la vida. Los gases invernadero retenían el calor del sol cerca de la superficie de la tierra, ayudando a la evaporación del agua superficial para formar las nubes, las cuales devuelven el agua a la Tierra, en un ciclo vital que se había mantenido en equilibrio.

Durante unos 160 mil años, la Tierra tuvo dos periodos en los que las temperaturas medias globales fueron alrededor de 5º centígrados más bajas de las actuales. El cambio fue lento, transcurrieron varios miles de años para salir de la era glacial. Ahora, sin embargo, las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera están creciendo rápidamente, como consecuencia de que el mundo quema cantidades cada vez mayores de combustibles fósiles y destruye los bosques y praderas, que de otro modo podrían absorber dióxido de carbono y favorecer el equilibrio de la temperatura.

Ante ello, la comunidad científica internacional ha alertado de que si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en los combustibles fósiles, siguen aumentando al ritmo actual , antes del año 2050 las concentraciones de dióxido de carbono se habrán duplicado con respecto a las que había antes de la Revolución Industrial. Esto podría acarrear consecuencias funestas para la viva planetaria.




El efecto invernadero es provocado por gases que se
han producido a lo largo de la historia del planeta y
se producen actualmente como resultado de la
compleja actividad geoquímica y bioquímica que
caracteriza a la Tierra.

La atmósfera de nuestro mundo desde sus primeros tiempos hasta la fecha ha experimentado notables variaciones en su composición. Actualmente contiene, entre otros gases, dióxido de carbono, metano y óxidos de nitrógeno los cuales junto al vapor de agua son los responsables principales del efecto de invernadero. Como resultado de la intensa, y a veces irracional, actividad del hombre sobre todo a partir de la Revolución Industrial se viene incrementando el contenido de estos cuatro gases en la atmósfera e incluso se ha acumulado una significativa presencia de otros como resultado de determinados desarrollos de la técnica. Lo cierto es que tales incrementos se reflejan en una intensificación del efecto invernadero natural.

En los pasados cincuenta años las emisiones lanzadas a la atmósfera de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, y metano, se han elevado en flecha, y un nuevo tipo de sustancia química, los fluorclorocarbonos, CFC, han sido introducidos como refrigerantes, solventes y propulsores de aerosoles, mostrando junto a su inercia química que los hacía parecer inofensivos, un poder destructivo de la capa de ozono estratosférica y una elevada capacidad para atrapar el calor. Así una molécula de CFC observa un poder absorbente de las radiaciones infrarrojas entre 12 000 y 16 000 veces mayor que el presentado por una molécula del dióxido de carbono.

Este gráfico muestra en que medida contribuye cada gas al efecto invernadero de acuerdo con su capacidad calorífica de absorción y la abundancia relativa en que se presentaban a fines del siglo pasado. Una notable diferencia se advierte en los datos considerados por fuentes diferentes.



Hasta hace poco, las diferentes previsiones que se han llevado a cabo respecto a las consecuencias del calentamiento global, nos encontramos con que hasta hace bien poco se hablaban de entre 1.5 y 4.5ºC.

Pero en la actualidad, se conoce que el calentamiento se producirá con retraso con respecto al aumento en la concentración de gases de efecto invernadero, dado que los océanos absorberán gran parte del aumento de temperatura.

De esta forma, la IPCC prevé para el año 2100 un calentamiento de entre 1.0 y 3.5ºC, y si bien es cierto que estas variaciones de temperatura pueden parecer insignificantes, supondrán transformaciones importantes. Entre ellas, destacan:

  • Las precipitaciones aumentarán entre aproximadamente un 3 y un 15%.
  • Las áreas desérticas serán mucho más cálidas, pero menos húmedas lo que provocará graves consecuencias.
  • La mitad de los glaciares se fundirán, por lo que es posible que el nivel del mar aumente entre 0.4 y 0.65 m. Por tanto, muchas zonas costeras desaparecerán.
  • Al convertirse en desiertos, muchas tierras de cultivo podrían desaparecer.




La Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas se propuso como objetivo principal lograr estabilizar los gases invernadero en la atmósfera. Para lograrlo, todos deben aportar, promoviendo el uso eficiente de la energía, como medio para reducir las emisiones de partículas contaminantes: -En el hogar se debe mejorar el aislamiento térmico y la eficiencia de los aparatos domésticos a través de mejores diseños y mejor uso, sobre todo de la electricidad. -Fomentar la eficiencia energética de los edificios, y consumir más eficientemente la energía en las oficinas. -En el transporte público, mejor mantención de los motores, cumplir los límites de velocidad y uso más discreto de la aceleración y frenado. -Incentivar campañas de educación e información. -Las empresas eléctricas deben aumentar su eficiencia y su proporción de energías renovables. -Las industrias consumidoras de energía deben optimizar sus procesos para aumentar su eficiencia. -Aumentar las superficies vegetales que absorben carbono; evitar la deforestación y aumentar las repoblaciones, especialmente de especies arbustivas.

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